Si alguna vez pensásteis por qué lo somos, por qué nos metimos en este "fregao", aquí tenéis toda la verdad, lo bueno y lo malo. Por lo que nos deprimimos y por lo que se enternece el corazón...
Para los pequeños que llenan nuestros sábados desde hace un año.
- Porque las reuniones o terminan en el Morta, o se hacen directamente en el Morta.
- Porque una catequesis de impro te regenera.
- Porque se acabaron los viernes de desfase y los sábados de resaca.
- Porque nos demuestra que no somos Dios y que no tenemos ni idea, lo que nos incita a seguir aprendiendo.
- Porque a pesar de que para algunos seamos "los primos de sus catequistas", para nosotros son sólo chavales en una edad complicada.
- Porque por malas que sean las cosas que digan o hagan, siempre estamos ahí.
- Porque nos disponemos a dar clases particulares en las convivencias con tal de que vengan.
- Porque nos comemos la cabeza durante horas para hacer que se queden con la boca abierta, a pesar de que después no lo suelen valorar.
- Porque sacamos muuuchos "ratitos" para preparar cosas que son necesarias.
- Porque nos gustaría llevarlos por ahí para conocerlos, pero a veces son ellos los que no se dejan...
- Porque si uno se va, nos duele, aunque a ellos les parezca que no.
- Porque nos acordamos de ellos entre semana, y pensamos en cómo les habrá ido en tal exámen o si habrán vuelto bien de tal viaje...
- Porque quedamos a tomar café, y el 80% de las conversaciones tratan sobre ellos.
- Porque son el lejano reflejo de algo que fuímos.
- Porque queremos enseñarles todo lo que a nosotros no nos enseñaron, para que no cometan nuestros mismos errores.
- Porque a veces parecemos hermanos mayores en vez de catequistas.
- Porque quisimos considerarlos amigos, pero muchos no se dejaron.
- Porque nos peleamos con el coordinador por su culpa, por defenderlos...
- Porque cuando hablamos y no responden, nos creemos que es culpa nuestra.
- Porque nos preguntamos cien veces si lo estaremos haciendo bien...
- Porque vemos su evolución y nos sorprenden cada vez más.
- Porque esperan hasta el último momento para entrar en catequesis.
- Porque necesitamos el café de la mañana para poder rendir en el grupo.
- Porque hay veces que hemos querido tirar la toalla.
- Por las decepciones y las sorpresas alegres.
- Porque no podemos hacer otra cosa que quererlos, aunque a veces nos traicionen...
- Porque aunque haya exámen, allí estamos.
- Porque nos levantamos enfermos y vamos.
- Porque nos enriquece su presencia.
- Porque pase lo que pase, ellos siempre nos tendrán ahí.
- Porque aunque no nacimos para esto, dejamos nuestra timidez, nuestro orgullo, nuestra ignorancia y nuestros problemas en la puerta de la sala, y respiramos hondo para superar el vértigo de una labor tan grande.
- Porque aunque ellos se crean que esto se hace en un ratito, te cambia la vida en el día a día.
Aunque no leáis esto, lo siento, necesitaba decirlo. Un beso a los otros 5 magníficos, y a todos aquellos magníficos que se han atrevido con este desafío.
2 comentarios:
Mguela... qué quieres que te diga... Soy partícipe de muchas cosas que has dejado ahí escritas, pero, a día de hoy, sólo me queda tratar de no sentir vértigo ante la que se nos avecine este fin de semana... Con que todo salga la mitad de bien que el año pasado me conformo... Un beso, poeta.
Si me permites la insolencia añado otro guión:
- Porque, aunque a veces no seamos plenamente conscientes, Dios alienta nuestra tarea y le da sentido.
Desde luego, lo que puede cambiar la vida de uno gracias a esos sábados por la mañana. En cierto modo, los echo de menos.
Ánimo y adelante, es un trabajo precioso...
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