lunes, 21 de septiembre de 2009

El sueño de una Volkswagen cargada de instrumentos


Soñar es gratis. Por eso precisamente sueño y sueño imaginando, como en los libros de "elige tu aventura", los distintos finales de mi historia. Se plantea un año probablemente caótico. El otro día leía en un blog que mi generación somos la Generación Cero: salimos al mercado laboral llenos de aspiraciones pero con una crisis económica arrasando el mercado laboral. Buscamos unos puestos de trabajo que han sido sacrificados por el bien de las empresas, unos puestos que eran para nosotros, pero que la crisis ha borrado del mapa.

Por eso me hallo en pleno septiembre mirando becas, programas de idiomas, cursos... y sin tener ni idea de lo que hacer. La crisis me ha cogido de golpe y lo que más miedo me da es llevarme un año sin nada que hacer.

Me he apuntado a francés, lo que nunca está de más si quiero avanzar en mi profesión y tener una proyección internacional. Estoy leyendo los libros que dejé a la mitad, estoy reordenando mis escritos para continuar con esos proyectos que se amontonan en el segundo cajón de mi escritorio, relleno formularios de becas y programas de estudios esperando que suene la flauta...

Sueño con literatura, con música, con teatro, con cine, con viajes... amigos me traen a la mente imágenes de una camioneta Volkswagen clásica cargada de instrumentos, de gira por España, a la aventura, imágenes de musicales a los que yo mismo haría los arreglos, de discos de la Pastoral Juvenil que nosotros mismos produciríamos, de canciones que se entonan simplemente por placer, de cursos de fotografía, de meses aprendiendo inglés en el Dublín de Joyce...

Los sueños me hacen olvidar la tremenda angustia que me taladra la cabeza. Y prefiero soñar mientras, desde la calma, aclaro las ideas. Quizá en alguno de esos sueños esté la señal que espero. Tiempo al tiempo, me quedan menos de 5 créditos para acabar... y quedan días para que esa nota cambie mi vida. Respira hondo, muchacho, que no se te caigan las riendas de tu vida de las manos.

1 comentario:

Falete dijo...

Bueno, yo lo que veo en tu maleta es algo de lo que no muchos pueden presumir: ilusión, y esa ilusión, reflejada en los 2 últimos parrafos, es además de bagaje un buen combustible para la fragoneta. Lo que tienes que hacer ahora es arrancarla. La carretera es tuya,

un abrazo!!