sábado, 29 de diciembre de 2007

Un año que termina

El 2007 ha sido un año largo. Más largo puede que los demás, más intenso, más duro, más emocionante, más triste...

Un año en el que el Panel de la ONU para el Cambio Climático nos ha advertido de que el mundo tal y como lo conocemos, se muere. Un año en el que Al Gore visitó España para escandalizarnos con sus conferencias, y cuya labor le valió el Nobel de la Paz.


Un año en el que Iberoamérica se revuelve. Venezuela, Perú y Guatemala gobernados por tiranos que decían ser de "liberación nacional" y que ahora parecen de "exaltación personal". Las mujeres gobernando donde nunca lo hicieron, poniendo tacones a la pierna de América Latina: Cristina Fernández en Argentina y Michelle Bachelet en Chile.

Un año en el que los revolucionarios de medio mundo lloraban el 40º aniversario de la muerte del Ché, mientras la polémica Corea del Norte abría el corazón parando su programa nuclear y construyendo el primer ferrocarril con su vecina del sur.


Un año para los franceses, en el que un nuevo Sarkozy relevaba al vitalicio Chirac en su cargo como Presidente de la República. Un año de ilusión eligiendo las nuevas 7 Maravillas del Mundo, entre las que nuestra Alhambra no pudo entrar...


Un 2007 cruel, de ciclones en el Caribe y un tremendo terremoto en Perú que, mientras medio mundo celebraba el día de la Ascensión de la Virgen a los cielos, destruyó importantes ciudades de un país que sólo cuenta con la riqueza de las almas de sus gentes. La misma nación que tuvo que ver regresar un mes después a Fujimori, el dictador que los atormentó, a su campo de batalla, como un reo condenado por todo el planeta.

Un año de muerte, en el que un finlandés mata a nueve personas a punta de pistola en Helsinki tras anunciarlo por Youtube, y un fanático acribilla a tiros a 32 personas en la Universidad de Virginia ante la conmoción de medio mundo. La Humanidad se vuelve loca...
La Iglesia se siente más atacada que nunca durante el año, y Benedicto XVI beatifica a 498 mártires de la Guerra Civil Española en la Plaza del Vaticano. Bendición, sin embargo, para el Judaísmo, cuyo Museo del Holocausto de Jerusalén ha recibido el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.


En España se rompe el "alto al fuego" de ETA, tras meses de negociación con la banda, con atentados como el de el Aeropuerto de Barajas o los guardias civiles en Francia en Diciembre.
En la esfera internacional, Al Qaeda se ceba con Argel con cuatro atentados en los que mueren más de setenta personas. Londres vuelve a sufrir en Julio atentados fallidos, uno de ellos en pleno Picadilly Circus, y en Glasgow, un coche bomba se estrella contra el Aeropuerto Internacional. Nueve turistas tiroteados en Yemen, donde mueren siete españoles, terminan la nómina negra del año, en el que los países se blindan ante un conflicto de civilizaciones que cada vez parece más inevitable....Oriente y Occidente enfrentadas por la religión y la cultura, y sobre todo por las codiciadas fuentes de energía.

Un año en el que dos tiros en el cuello acabaron con la vida de Benazir Bhutto, cerrando toda esperanza posible de democracia en Pakistán...


2007 ha sido un año de grandes muertes, de pérdidas que conmocionaron a España. Desde las letras nos abandonaron José Martín Recuerda y Fernán Gómez, cuyos velatorios echaron abajo el telón negro del teatro; y las plumas irritantes de Umbral y el norteamericano Norman Mailer lanzaron su última sátira por un mundo mejor desde el purgatorio. Dijimos adiós a uno de los padres de la Constitución, Gabriel Cisneros, El mismo día que Umbral, se le rompió el corazón a Antonio Puerta, y se llenó de un dolor inexplicable el corazón de Sevilla, mientras en un pueblo de la Toscana, Luciano Pavarotti exhalaba su última aria al mundo que le adoró como un Dios en los escenarios de las óperas más grandiosas de la Tierra. Un año para decir adiós a grandes del Cine: Deborah Kerr, la mítica seductora de "De Aquí a la Eternidad"; el cineasta sueco Ingmar Bergman, el italiano bravissimo Michelangelo Antonioni, el último de los neorrealistas que quedaba; y por supuesto el silencioso mimo francés, entrañable Marcel Marceau.


Un año en el que debemos mirarnos para olvidar, un año para esperar en el futuro corregir los errores del pasado. Un 2007 de tempestad, que precede a una calma que necesitamos más que nunca. Un año que no debemos olvidar, por ser la advertencia de lo que podemos mejorar.

2 comentarios:

Falete dijo...

En 2008 seguirá habiendo de todo, y mientras nosotros nos felicitamos el 2008 nunca caemos en que los últimos días del año, estos que estamos viviendo ahora, también forman parte del feliz año deseado 12 meses antes.

Hay que aprovechar al máximo y aprender de los errores, aunque muchas cosas que pasen no estén ni mucho menos en nuestras manos, un saludo!

Ismoga dijo...

Querido Miguelito:
Deja de decirme que retome mi blog y hazlo tu, que el año hace un mes que terminó.
Atentamente, yo.