lunes, 19 de mayo de 2008

El rincón oscuro, la mesa vacía, el café frío...

Ya hace unos días. Unos días en los que se esconde. Unos días en los que me recorre un escalofrío por la espalda y no sé por qué.

Ha sido una semana en la que he dejado de entender, en la que me he obcecado, en la que no he sabido leer lo que tus ojos parecían clamar. No se lo que se oculta detrás de la miel de tu iris, pero sé que es como un espíritu en apuros que pide auxilio, pero al que nadie oye.

No sé si te escondes, no sé si simplemente rehuyes. No quiero pensar que pude ser yo, el tranquilo, al que le cegó la ira y se dejó llevar por demasiada cafeína y mucho cansancio. Normalmente me quedo callado, esperando en silencio a que venga la palabra mágica que sepa arreglar el problema. Pero se me van las ideas por esta estúpida boca que no piensa a veces lo que dice.

El rincón se ha quedado oscuro porque no me dejas averiguar que me dejé olvidado en tu mesa que tanto te atormenta y que yo no he echado en falta al regresar a casa. La mesa en la que solíamos sentarnos se quedó vacía, porque no tenemos tiempo de sentarnos, y bebemos de pie el líquido de nuestras mañanas, la cafeína de nuestra incesante rutina. El café ya está frío, porque quizá me levanté antes de tiempo y di un portazo sin preguntarme si hubieses querido decirme algo más.

A veces necesito escribir y preguntarme. A veces se me saltan las lágrimas con que me dediques una sola mirada, y no sé el porqué. Y llego a casa y me siento mal, y no se porqué. Y pienso si en algún momento me traicionó el subconsciente y te dije algo que mi ira me llevo a pensar. Y doy vueltas en la cama antes de dormir, y me falta el aire. Y es que así soy yo, aunque no lo sepas. Me palpita fuerte el corazón y sé que no estás bien, pero no sé nada...sólo intuyo algo...

No sé si son tonterías, como te he dicho, hay veces que necesito escribir. Y cuando anoche sentí tu mirada de nuevo, supe que necesitaba aire...

Te pase lo que te pase, ya sabes donde vive la mente del poeta...

jueves, 15 de mayo de 2008

Inventemos el futuro

Para los que aún miramos la publicidad con los ojos profanos del que puede emocionarse sin pensar en semiótica ni persuasión, quiero rendir homenaje a los creativos que nos han regalado este maravilloso spot de Repsol.


miércoles, 7 de mayo de 2008

Bienvenidos al Cónclave


No es lo que te crees. De él no sale el próximo Papa. No hacen falta cardenales para formarlo. Es algo secreto. Es algo intransferible. Son los que son y nadie más. Es El Cónclave.


Todo nació un verano. El destino los reunió en un viaje lleno de pruebas que superaron: un reto frente a los 7 pecados capitales!!


Superaron la IRA aguantando con paciencia que la Señora de Andújar les quitara el asiento mientras iban al servicio en el autobús más accidentado de la Historia.


Superaron la GULA, absteniéndose de degustar los sabrosísimos y nada caducados gusanitos que llevaban como ofrenda del jefe de la Congregación.


Superaron la LUJURIA, a pesar de que el hombre que subía la temperatura en Palencia no dejaba de provocarlos.


Superaron la SOBERBIA, a pesar de que unos tenían más experiencia que otros, y se hartaron de pintar pared tras pared de la Casita sin importar lo cansados que estuvieran.


Superaron la PEREZA, y se recorrieron los túneles de la ciudad subterránea de Madrid con la maleta a cuestas, subiendo escaleras interminables y cruzando pasillos sin fin.


Superaron la AVARICIA, y en vez de coger el tren caro a Vitoria que tarda 2 horas y derrochar, cogieron el que hace el tour a velocidad de burra coja por toda Castilla y león y que tarda 5.


Superaron la ENVIDIA, sabiendo que tooooodos los demás habían tenido un viaje de 2 horitas perfecto, mientras ellos llevaban 14 horas vagando por España.


Tras estas pruebas, a la vuelta del viaje, como siempre, parecía que todo se quedaría en un simple juego. Pero aquí estamos. Más fuertes que nunca, y con ganas de cambiar taaantas cosas, que van a temblar muchos de los que nos creyeron inofensivos. Queda así fundada la primera edición del boletín del Cónclave, cuya primera foto insignia os dejo aquí. Hasta el próximo concilio, compiss!!! jejeje...

martes, 6 de mayo de 2008

MÚSICA PARA SOÑAR (II)

Júpiter, de la suite de Los Planetas op.32 de Gustav Holst


Probablemente mi obra favorita. Definía Holst este movimiento cuarto de la suite de Los Planetas, como "Júpiter, el portador de la alegría". pero creo que es mucho más que eso. El padre de los dioses antiguos depara al oyente una amalgama de colores distintos, de ritmos que llegan al corazón desde los albores del siglo XX. Un siglo confuso y tremendamente cruel, en el que Holst, el misterioso y mágico transcriptor de aquella música de las esferas de la que hablaba San Agustín y antes que él, Pitágoras; daba a la vieja Europa un canto de esperanza, una explosión de fervor.

Júpiter, como parte de una impresionante e irrepetible suite de siete piezas, es la obra maestra del compositor inglés. La obra abre con un batir de alas que hacen de manera impresionante los violines. Mientras, de vez en cuando los metales hacen sonar los clarines de la victoria, las trompetas de la gloria de los tiempos. En el minuto 1 nos transporta a un paisaje floral, casi juguetón, de repeticiones con distintos timbres...hasta que llega a a una parte preciosa en el segundo 45 que nos lleva a una serie de repeticiones que asemejan a los caballos de las tropas del Dios acercándose victoriosos a la ciudad. Rompe entonces en cornetas que dan lugar a una parte sombría que evoca susurros. Es el momento crucial.

La segunda parte de la obra se abre entonces entre una cuerda apasionada, que apura al máximo el arco, casi insostenible, profundo y emotivo como un canto de esperanza. hay luz después de la matanza del hombre contra el hombre, y Holst lo sabe evocar aquí magistralmente. Es imposible no emocionarse si cierras los ojos a partir del minuto 3. Un tema brutalmente hermoso, desgarrador, nos lleva a un estado de fe, de salvación, redención a través del arte: lo único que nos hace verdaderos hombres. Un canto eterno que empieza calmado, como una canción de cuna de una madre que arrulla a su bebé, que va subiendo hasta convertirse en una gloriosa declaración de belleza. Metales y timbales para darle suntuosidad a una melodía perfecta, que hace un ritardando y se queda en el aire esperando...

Vuelve en el minuto 5 el batir de alas, tímido, para luego romper en atronador clamor de trompetas que llevan al Olimpo. Y vuelve la música lenta, que acelera poco a poco como rueda de molino. la repiten las flautas y las maderas, y luego quedamente los trombones. Y entonces llega maravilloso el xilófono, con su sonido de cristal, al que le sigue una pandereta jolgoriosa que nos lleva a las fiestas campestres, y una trompeta que indica que la gloria está cerca. Irrumpen impresionantes los vientos como en un vendaval que se lo lleva todo suavemente, y de repente...nos vemos sumergidos en sonidos de tic-tac de relojes y campanarios, que nos llevan entre tambores de fiesta a un final atronador, que termina en un amanecer de trompetas tremendamente excitante.

Una obra tan completa, que da miedo que la haya podido componer el hombre. Una impresionante declaración de esperanza y un canto tremendo a la vida. Gracias Holst por una maravilla como esta.


jueves, 1 de mayo de 2008

MÚSICA PARA SOÑAR (I)

La muerte de amor de Isolda,de la ópera Tristán e Isolda de R.Wagner




Es curioso que la entrada que inauguró este blog hablara de Wagner, y que hoy vuelva a él para empezar una sección que llevo soñando mucho tiempo.

Imagina que desde tu nacimiento el azar te hubiera predestinado a amar incondicionalmente a alguien, pero los hombres te han fijado, también desde tu nacimiento, tu boda con alguien que no amas. Y de repente el azar mismo quiere que te encuentres en el camino hacia la boda fijada con tu media naranja. Pero ninguno de los dos lo sabe, y a través de un hechizo, dos personas que en principio se odian acaban amándose. Es la historia de Tristán e Isolda: Tristán, que odia a Isolda porque la considera una estirada, lleva por orden de su rey a la princesa a Alemania, para que se celebren las bodas reales, pero un brebaje preparado por la dama acompañante de Isolda, hace que Tristán e Isolda queden condenados para siempre a través de un amor verdadero. Una noche de pasión el Rey los pilla, e hiere de muerte a Tristán, quien se retira a su castillo a morir...

Tristán se muere poco a poco, y sólo la llegada del barco de Isolda puede hacerlo revivir. La flauta del pastor avisa a lo lejos de que un barco hay en el horizonte. Tristán vence su propio cansancio y corre hasta la playa. Al llegar a los brazos de Isolda, cae muerto...la tragedia hace que la princesa se desmaye. Pero eso no es todo, un segundo barco llega a la costa: es el Rey. Isolda despierta junto a su amado muerto, y el Rey le comunica que es libre de vivir con el hombre que ama. Pero ya es tarde...

Ahí es donde empieza el fragmento del que vamos a hablar.

¿Habéis oído hablar alguna vez de alguien que se haya muerto de amor? Debe ser lo más hermoso que existe. Tener tanto amor en tu pecho, sentir tal éxtasis, que tu cuerpo no lo soporta, y tu alma se escapa a otro lugar infinito en el que encontrarte con la persona amada por toda la eternidad. Eso es lo que canta la princesa Isolda en ese magistral movimiento de la pieza de Wagner. El amor incondicional. Se muere de felicidad, maravillada por la hermosura de Tristán.

Wagner utiliza una progresión eterna, nunca para de subir hasta que alcanza una tesitura impresionante en la que las cuerdas de la orquesta vibran como un batir de alas de ángeles, es el éxtasis de Isolda, que siente como su alma explota dentro de ella. Isolda se transfigura, sale de sí misma y su cuerpo muerto se desvanece sobre el de Tristán. Ella canta al final: "En la masa de olas, en el torrente de sonidos, en el gran Todo del aliento del mundo, ahogarme sumergirme...perder la conciencia...¡suprema felicidad!".

La muerte más hermosa de la Historia de la Música en 7 minutos de verdadera gloria. Es de esas piezas que hacen que el corazón vaya más rápido, que se te pongan los vellos de punta. Aguantad hasta el final, porque merece la pena esperar a que Isolda ascienda a la felicidad eterna.

Si lo buscáis, está en Youtube, pero se oye regular. El nombre alemán para "muerte de amor" es Liebestod (así lo encontráis seguro...). Escucharéis primero a Isolda lamentarse por la muerte de Tristán, y luego la sentiréis acelerarse como la que ve cerca el final. El volúmen de la pieza va subiendo hasta un fortíssimo que desgarra el alma, para el cual tendréis que respirar hondo si no queréis hiperventilar...os lo aseguro. Tras tres minutos y medio de Isolda intentando asimilar la muerte de Tristán, oiréis tres sforzato de los volines seguidos, y luego empieza la progresión de la orquesta cada vez más aguda hasta culminar en el éxtasis de la princesa y su calmada muerte en la que se entrega al amado por entero.

Una pieza de cinco estrellas muchas veces olvidada. ¡Espero que la disfrutéis y que mis esfuerzos no sean en vano!.

Nueva sección: MÚSICA PARA SOÑAR


Para todos aquellos que aman la música aunque no la entiendan, para aquellos que la entienden y necesitan creer en ella, para aquellos que viven por ella, para aquellos que escucharon una vez algo de Mozart y se quedaron con la boca abierta, para aquellos que sienten envidia de los que lloran en la ópera... Para todos ellos esta NUEVA SECCIÓN DEL BLOG: MÚSICA PARA SOÑAR.


Desde mi modesto conocimiento intentaré acercar las obras sublimes de la Historia de la Música a todos los que estén dispuestos a disfrutarlas. ¡Un saludo y espero os gusten!